A la hora de salir de Israel, también tuvimos bastantes problemas. Posiblemente debido al atentado en Haifa del día anterior o a la proximidad de la festividad judía de Yom Kipur, decidieron cerrar por sorpresa la frontera con Jordania por el paso de Allenby (Puente King Hussein para los jordanos), trás solo una hora de funcionamiento ese día. La única explicación que obtuvimos del soldado que, apuntandonos con una ametralladora, nos conminaba a darnos la vuelta, fue que la frontera estaba cerrada, que no abrirían probablemente en 2 o 3 días, y que no sabía la situación de otros pasos fronterizos. Sus gritos amenazantes de "Go back, go back, now", hicieron que retrocedieramos, y que afortunadamente, lográsemos salir en el último momento por un paso fronterizo 100 kilometros al norte (Sheik Hussein), arriesgándonos a que también estuviese cerrado. Una vez en Jordania nos enteramos, que debido a la festividad de Yom Kipur, decidieron cerrar todas las fronteras (incluido el aeropuerto internacional de Ben Gurion en Tel Aviv) durante 3 días, así como cancelar las emisiones de televisión y decretar toque de queda en todos los Territorios Ocupados para permitir la asistencia de los judios a los rezos en las sinagogas y el Muro de las Lamentaciones. En este clima, Israel aprovechó para atacar con un misil un presunto campo terrorista en las afueras de Damasco (Siria). Un alivio escapar de esta situación, aunque no podemos estar más contentos de la experiencia vivida en los últimos seis días
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