Salimos de Madrid con una hora de retraso, tras un dia ajetreado de preparativos y solucionar temas de última hora en el trabajo. El vuelo resulta bastante tranquilo y nos da tiempo en las 5 horas a comenzar este diario y a intentar dormir algo.
A eso de las 3 de la madrugada, aterrizamos en el aeropuerto Queen Allia de Amman. El taxista que Charl, el dueño del Marian Hotel, con quién habíamos contactado a través de Internet, nos habia gestionado, afortunadamente estaba esperándonos y trás unos breves trámites de inmigración y cambiar dinero, estábamos montados en una destartalada furgoneta que abandonaba el desolado aeropuerto para trasladarnos hacia Madaba a través de una carretera secundaria, que en algunos tramos no estaba asfaltada y que atraviesa algunos pueblos desiertos a estas horas, con un paisaje muy diferente al que estamos acostumbrados. Por unos momentos parece que hubiesemos llegado al centro del Bagdag que tanto nos muestran en la TV.
Tras pagar los acordados 7 JD al taxista, nos recibe un Charl bastante dormido y nos asigna rápidamente una habitación básica pero bastante limpia con camas separadas... Por 18 JD ($25), no se puede pedir más. Más que suficiente para descansar y preparnos para nuestra primera jornada real en Oriente Medio. Caimos dormidos a eso de las 4:30 de la madrugada... al poco rato comenzó la llamada a la oración de la medianoche. Habrá que irse acostumbrando.
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