Viaje a Oriente Medio 2003: Siria | Líbano | Jordania | Palestina El conflicto Palestino-Israelí Diario del viaje
Día 13 - Jerusalem
02-10-2003
Tras desayunar, nos vamos con Abu a visitar los alrededores de Jerusalem, para comprobar in-situ la situación que vive la comunidad palestina. Todos lo hemos visto, de forma casi diaria, en la televisión, pero es mucho más enriquecedor, y sin duda mas impactante, comprobarlo por uno mismo. Nos acompaña Anthony, un joven inglés que acaba de aterrizar en Israel procedente de Sudán.
Uno de los campos de refugiados que rodean Jerusalem Este. Este concretamente, alberga a las familias que fueron expulsadas de la ciudad antigua de Jerusalem para construir la explanada del Muro de las Lamentaciones
Es palpable el contraste entre las viviendas del cercano campo de refugiados y las de estas modernas casas con aire acondicionado
Primera parada del viaje: visitamos un asentamiento judio, al cuál solo se puede acceder a través de las autopistas reservadas para los vehículos con matricula israelí. Afortunadamente, Abu tiene un coche con la matricula adecuada. Esto es algo que nos acostumbraremos a ver... para los palestinos, las cosas no son imposibles, simplemente tan dificiles que la mayor parte de las veces no merece la pena. Aquí el contraste es muy llamativo, el asentamiento se compone de edificios nuevos y calles cuidadosamente asfaltadas, jardines privados, aires acondicionados, todo a escasos 100 metros de un campo de refugiados donde desde hace años se cobijan los expulsados de la ciudad antigua debido a la construcción de la plaza del Muro de las Lamentaciones.
Por el chekpoint de Qalandia circulan a pie miles de palestinos diariamente, teniendo que soportar esperas de hasta varias horas, así como todo tipo de interrogatorios y otras humillaciones
El acceso de vehiculos a través del checkpoint está limitado a vehiculos con permisos especiales. Las ambulancias de la Media Luna Roja (equivalente a la Cruz Roja Internacional) son retenidas durante horas, registrandose numerosos fallecimientos de enfermos en las largas colas
Los bloques de hormigón bloquean la carretera en Qalandia, mientras numerosos palestinos pacientemente esperan su turno ante la mirada de jovenes soldados israelies. La rutina de los checkpoints ha afectado severamente la vida diaria del pueblo palestino. Este sistema de acoso a la población se viene utilizando desde el año 1994
Segunda parada: el checkpoint de Qalandia, lugar de paso obligado para miles de palestinos que diariamente han de acceder al área norte de Jerusalem, en dirección a Ramala y otras aldeas próximas. Aquí el problema se siente mucho más de cerca, al comprobar las largas y penosas colas que se forman esperando el momento en que los soldados israelies interrogan y verifican la documentación de cada persona que intenta atravesarlo. La experiencia de cruzar por este lugar recuerda en muchos aspectos a la Varsovia de la Segunda Guerra Mundial. Nadie se libra de las largas esperas, ni siquiera los vehículos sanitarios ni las personas de avanzada edad.
Este es el muro de seguridad que los israelies están construyendo alrededor del West Bank, y que en muchos casos se interna varias decenas de kilometros en los territorios palestinos con la excusa de proteger las autovías construidas para comunicar los asentamientos judios (ilegales) entre sí. Los palestinos no pueden usar estas carreteras
En algunos lugares, como éste, el muro tiene 3 metros de altura. En algunas partes llega a los 8 metros y en otras es una simple alambrada electrificada. Al cortar comunidades palestinas completamente se espera que las consecuencias de este 'muro de seguridad' sean mas devastadoras aún que los checkpoints. Como curiosidad, para evitar el impacto medioambiental, están decorando el muro con motivos naturales por la parte visible desde las carreteras judias
Siguiente parada: el muro de protección que están construyendo los israelies a ambos lados de las autopistas israelies que interconectan los asentamientos dentro de los Territorios Ocupados, curiosamente decorados con motivos naturales por la parte interior para no crear impacto medioambiental. Este muro es de menor altura que los que están construyendo para aislar poblaciones.
El acceso es dificil, pero mucho mejor que recorrer los 30 kilometros que dicho muro obliga a sufrir a los habitantes de Abu Dis
Mujeres de todas las edades y jovenes estudiantes parecen ser los mas afectados por la barbarie de este muro sin sentido
El bloqueo en Abu Dis es patente en varias calles y fuerza a la población a esperar que se ausencien los vehiculos del ejercito israeli para trepar por los bloques de hormigón
Ultima parada: el muro de la verguenza en Abu Dis. Abu Dis es un barrio de Jerusalem Este, a escasos 200 metros del Monte de los Olivos, de mayoría absolutamente árabe, por donde discurre el muro de separación que se está construyendo en Cisjordania, con el agravante que su trazado corta en dos mitades la población, forzando a sus habitantes a saltar por las pequeñas rendijas que han dejado en su construcción (o dar un rodeo de más de 20 kilometros) para actividades tan básicas como acudir a clase, o comprar el pan. El ejercito israelí se persona de vez en cuando y se producen altercados con bastante facilidad. Tuvimos la oportunidad de vivir la humillación a la que se somete esta gente, mujeres y niños incluidos escalando muros, y la reacción de una patrulla del ejercito al llegar al lugar.
En cuanto desaparece el vehiculo del ejercito, la gente se abalanza sobre el muro para treparlo. La gente se ayuda solidariamente para pasar la compra del día, la mochila del colegio, etc
Cientos de escolares tienen que hacer frente todos los días al muro de la verguenza de Abu Dis. Este muro no aporta nada en cuento a seguridad, dado que es absoluta y consentidamente permeable, y cuya única finalidad es molestar y humillar a la comunidad que lo sufre
Cada poco rato, el ejercito israeli se deja notar en los muros de Abu Dis, y a través de megafonía amenza a la gente que se encuentra trepando por los bloques con el lanzamiento de gases lacrimogenos y balas recubiertas de goma. El objetivo es molestar y humillar a la población civil, dado que al poco rato desaparecen, permitiendo que el triste espectaculo continue
Un niño se asoma entre los bloques. En uno de ellos puede leerse 'Ghetto Abu Dis'. No deja de ser asombrante la candidez e inocencia con la que los niños palestinos se enfrentan a este tipo de situaciones
La foto anterior, una de nuestras favoritas, captura quizás mejor que ninguna otra la candidez con la que la mayoría de los niños afrontan esta triste situación.

Tras la dura experiencia de la mañana, nos dirigimos a la Explanada de las Mezquitas, donde de nuevo, los militares nos prohiben la entrada, argumentando que es demasiado tarde, aunque fue un soldado el día anterior el que nos indico esta hora como la mejor. Nos dicen que mañana viernes no será posible al ser festividad árabe, y el sábado tampoco al ser festividad judía. Habrá que posponerlo al dominigo a primera hora, antes de partir para Jordania. Decidimos visitar la zona del Monte de los Olivos que a muy poca distancia a pie del centro, atesora algunos lugares de especial importancia en la historia del cristianismo, como la Tumba de la Virgen Maria en la Iglesia de la Asunción, y el Huerto de Getsemaní, donde a pesar de haber cerrado ya, un amable monje franciscano nos mostró el cuidado jardín donde debió tener lugar la agonía y captura por parte de los judios de los olivos
Tumba de la Virgen María
Gethsemani y la Cúpula de la Roca
Placa que describe que en este lugar, Jesucristo rezo antes de la Pasión
'Aleja de mí este caliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya'. Esta placa que describe las dudas que le surgieron a Jesús antes de su captura y crucifixión
Iglesia de Todas Las Naciones, también conocida como Basílica de la Agonía, junto al huerto de Gethsemani
Tras este paseo, volvemos al hotel atravesando las, a estas horas, casi desiertas calles de la ciudad antigua. Mañana Belén...
Una de las calles de la ciudad antigua