Viaje a Oriente Medio 2003: Siria | Líbano | Jordania | Palestina El conflicto Palestino-Israelí Diario del viaje
Día 16 - Viaje a Petra
05-10-2003
Es nuestro último día en Jerusalem, y solo un par de horas nos separan de la frontera con Jordania, y la carretera "Kings Highway", que nos conducirá a Petra, bordeando el Mar Muerto y a través del cañón del Wadi Mujib. Pero antes, hemos de intentar algo que se nos ha resistido durante toda nuestra estancia: visitar la Explanda de las Mezquitas, que por los absurdos horarios de visitas que imponen los israelís a los extranjeros, y la coincidencia con las fiestas semanales judías y musulmanas se ha convertido en un verdadero reto. Nos acercamos a eso de las 7:30 a una de las puertas, y los soldados nos indican que el lugar está abierto para los visitantes pero solo por la puerta del Muro de las Lamentaciones. Nuevo paseo hasta allí, donde nadie parece conocer la famosa puerta. Al final de muchas vueltas, encontramos la escalera que conduce a la puerta en cuestión, que a esa hora se encuentra abarrotada de fieles judios, que por algún motivo realizan visitas organizadas y escoltadas a la explanada. Como vamos por nuestra cuenta, nos dejan pasar, no sin pocas trabas. Al fin podemos pasear por este mágico lugar, donde la única pena es que tanto la Mezquita de Al-Aqsa como la de la Cúpula de la Roca se encuentran cerradas. A estas horas no hay practicamente fieles, y solo nos encontramos los judios escoltados y nosotros, haciendo fotos por nuestra cuenta.
Mezquita de El Aksa: La mayor de las mezquitas de la ciudad. Construida por el califa Abdul Malik, de los Omayas y reconstruida por el califa Ad-Dahir, de los Fatímidas, señala el punto extremo del peregrinaje de Mahoma desde la Meca.
... nos costó mucho entrar al recinto, los policias judíos no nos indicaban ni la puerta de acceso correcta ni el horario permitida, otras veces, por ser viernes no se permite la entrada a los turistas, y otras por ser sábado, el día de descanso judío, en el cual no se permite hacer nada, pero al fin, lo conseguimos!
David en la explanada de las mezquitas
Con la satisfacción del propósito cumplido, nos volvemos al hotel para recoger nuestras cosas y salir hacia Jordania. Nos despedimos de Abu, con el convencimiento de que algún día nos volveremos a ver. Sentimos que algo nos hemos dejado en esta tierra. Aunque poco nos imaginábamos lo que ocurriría en la entrada al paso fronterizo de Allemby (puente King Hussein para los jordanos). Trás cruzar el desierto de Judea, con una depresión de 300 metros bajo el nivel del mar, un soldado nos comunica por megafonía que acaban de cerrar por sorpresa la frontera, posiblemente debido al atentado en Haifa del día anterior o a la proximidad de la festividad judía de Yom Kipur. La única explicación que obtuvimos del soldado que, apuntándonos con una ametralladora, nos conminaba a darnos la vuelta, fue que la frontera estaba cerrada, que no abrirían probablemente en 2 ó 3 días, y que no sabía la situación de otros pasos fronterizos. Sus gritos amenazantes de "Go back, go back, now", hicieron que retrocedieramos, y que afortunadamente, lográsemos salir en el último momento por el paso fronterizo que hay 100 kilometros más al norte, Sheik Hussein, arriesgándonos a que también estuviese cerrado. Una vez en Jordania nos enteramos, que debido a la festividad de Yom Kipur, decidieron cerrar todas las fronteras (incluido el aeropuerto internacional Ben Gurion en Tel Aviv) durante 3 días, así como cancelaron las emisiones de televisión y decretaron toque de queda en todos los Territorios Ocupados para permitir la asistencia de los judios a los rezos en las sinagogas y el Muro de las Lamentaciones. Podemos decir que logramos salir por los pelos, y que la última sensación que nos proporcionó el estado de Israel fue la de haber logrado escapar de un secuestro forzoso, ante el cuál, incluso la embajada española en Tel Aviv, a la que recurrimos telefonicamente, dijo no poder hacer nada.
A la hora de salir de Israel, también tuvimos bastantes problemas. Posiblemente debido al atentado en Haifa del día anterior o a la proximidad de la festividad judía de Yom Kipur, decidieron cerrar por sorpresa la frontera con Jordania por el paso de Allenby (Puente King Hussein para los jordanos), trás solo una hora de funcionamiento ese día. La única explicación que obtuvimos del soldado que, apuntandonos con una ametralladora, nos conminaba a darnos la vuelta, fue que la frontera estaba cerrada, que no abrirían probablemente en 2 o 3 días, y que no sabía la situación de otros pasos fronterizos. Sus gritos amenazantes de 'Go back, go back, now', hicieron que retrocedieramos, y que afortunadamente, lográsemos salir en el último momento por un paso fronterizo 100 kilometros al norte (Sheik Hussein), arriesgándonos a que también estuviese cerrado. Una vez en Jordania nos enteramos, que debido a la festividad de Yom Kipur, decidieron cerrar todas las fronteras (incluido el aeropuerto internacional de Ben Gurion en Tel Aviv) durante 3 días, así como cancelar las emisiones de televisión y decretar toque de queda en todos los Territorios Ocupados para permitir la asistencia de los judios a los rezos en las sinagogas y el Muro de las Lamentaciones. En este clima, Israel aprovechó para atacar con un misil un presunto campo terrorista en las afueras de Damasco (Siria). Un alivio escapar de esta situación, aunque no podemos estar más contentos de la experiencia vivida en los últimos seis días
El desvio imprevisto para salir de Israel, nos provoca casi 2 horas de retraso y tener que pagar 300 NIS al conductor por los 100 kilometros extra. Al otro lado de la frontera se encuentra Yamal, primo de Jabr, con el que pudimos contactar a través del movil para que nos fuera a recoger al paso fronterizo del norte. Este trastorno nos obliga a renegociar el precio del traslado a Petra de 60 a 80 JD, una pequeña fortuna. El viaje es cansado y caluroso, y trás un par de horas llegamos a las orillas del Mar Muerto, donde existe una zona de playa pública. Nos animamos a probar la experiencia de nadar en el mar más salado del mundo, y comprobar por nosotros mismos la experiencia de flotar irremediablemente. La verdad sea dicha, no es todo lo agradable que pudiera parecer, el entrar al agua entre grandes cantidades de lodo y piedras, pero hay que probarlo todo al menos una vez en la vida. El lugar aunque acondicionado como playa, deja bastante que desear y los ataques masivos de moscas y mosquitos nos animan a volver pronto al coche, donde nos espera Yamal para continuar camino.
Partimos del Mar Muerto para pasar al poco rato por el Monte Nebo, donde comenzamos nuestro viaje hace ya 15 días, que a nosotros nos parece varios meses. El resto del día trascurre en el vehículo, recorriendo la famosa ruta escénica de la Kings Highway, con una pequeña parada en el cañón de Wadi Mujib, que posee unas espectaculares vistas, y donde presenciamos una preciosa puesta de sol. La carretera que conduce a Kerak, es tortuosa y parece desaparecer varias veces. Yamal nos ameniza el viaje con historias de su juventud como marino, y sus viajes en barco a todo el mundo. También nos comenta la lamentable situación de inseguridad de Iraq y especialmente Bagdag, a donde viaja regularmente un par de veces al mes.
Al fin llegamos a Petra, trás oir varias veces una cinta de Shakira, de la cuál, Yamal parece sentirse muy orgulloso de su orígen líbano, y trás el habitual intento de llevarnos a un hotel de un conocido suyo, acabamos por elegir la comodidad del hotel Petra Palace, muy cerca de la entrada a la ciudad perdida de Petra. Nos asignan la habitación 128 y trás cenar algo nos vamos a la cama para un merecido descanso. Ha sido un día realmente largo y aún no hemos asimilado la gran cantidad de cosas vividas durante la última semana.