Día de descanso después de tantas jornadas de ajetreo. Dormimos hasta tarde y pasamos la mayor parte del día en la piscina. Lo único mencionable, un paseo por el pueblo de Wadi Mousa, a un par de kilómetros de la entrada de Petra, con el objetivo de conocer el lugar de donde parten los autobuses hacia Wadi Rum. Comemos en el económico restaurante Al-Wadi, muy del estilo de Lonely Planet. Tras una tarde tranquila y la inevitable búsqueda de recuerdos y regalos en las tiendas de souvenirs, nos dirigimos al restaurante del hotel Movenpick, donde por un precio bastante razonable nos sirven una deliciosa cena estilo árabe en la terraza exterior con música tradicional en directo. Todo un homenaje en un día para disfrutar de la tranquilidad.
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