Hoy es el último día completo del viaje, y decidimos dedicarlo a descansar en la playa. Nos dirigimos a la playa del club de buceo privado más famoso de Aqaba, el Royal Diving Club. Un taxi nos cobra 4 JD por recorrer los 20 minutos que situan el RDC en la frontera con Arabia Saudí, mientras de nuevo disfrutamos de las vistas sobre la costa israelí y egipcia. La entrada a la playa es bastante cara, 5 JD por persona, más 4 JD por el equipo de snorkel. La playa no esta mal, pero quizás se encuentra un poco saturada. El arrecife, al cual se accede desde una cómoda plataforma, es sencillamente increible y se encuentra en bastante mejor estado de conservación que el de ayer. Se podría quedar uno toda la vida allí flotando y observando la vida submarina.
A las 17:00 sale el último autobús del RDC hacia Aqaba, así que nos volvemos al hotel y disfrutamos de una calurosa siesta. Cenamos pescado en un restaurante cercano al hotel. Es la primera vez que comemos pescado en casi tres semanas. A la vuelta, aprovechamos para hacer el checkout y así simplificar los trámites del día siguiente, en que debemos coger el autobús hacia Amman a las 6:30 de la mañana. Acabamos la jornada empaquetando todos los regalos junto a nuestro equipaje habitual para facilitar su traslado en avión hasta España.
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